Esta escultura de tortuga de 13 cm de largo y 5,5 cm de alto está tallada con maestría en una sola pieza de jade ecuatoriano, resaltando las vetas naturales de la piedra y sus ricos tonos verdes. Las superficies lisas y pulidas acentúan los contornos del caparazón y las extremidades, convirtiéndola en una pieza refinada y llamativa para estanterías, escritorios o exhibiciones en galerías.